miércoles, 5 de febrero de 2014

QUÉ ES LA AGRONOMIA.








Agronomía (del latín ager, 'campo', y del griego νόμος, nomos, 'ley'), denominada también como ingeniería agronómica, es el conjunto de conocimientos de diversas ciencias aplicadas que rigen la práctica de la agricultura y la ganadería. Es la ciencia cuyo objetivo es mejorar la calidad de los procesos de la producción y la transformación de productos agrícolas y alimentarios; fundamentada en principios científicos y tecnológicos; estudia los factores físicos, químicos, biológicos, económicos y sociales que influyen o afectan al proceso productivo. Su objeto de estudio es el fenómeno complejo o proceso social del agro ecosistema, entendido éste como el modelo específico de intervención del hombre en la naturaleza, con fines de producción de alimentos y materia prima.

QUE ES SER UN INGENIERO AGRONOMO.

 
BENEFICIOS DE LA AGRICULTURA ORGANICA.
  

La agricultura ecológica es una agricultura para la vida como la concibe el Dr. Mario Mejia para la agricultura convencional: "es un problema mundial“. La agricultura química, de revolución, verde, científica, moderna o técnica, está inscrita en la cultura de la matanza, mediante sus bases materiales (maquinas, insecticidas, herbicidas, fungicidas, abonos químicos), cuyo origen histórico esta directamente relacionado con las industrias de guerra: alianza de las elites de capital y de la ciencia.
La agricultura orgánica es ecológica, es la única apertura para defender la vida, ampliar horizontes y ayudar en la cura de un ambiente y una sociedad enfermos.
El modelo técnica ecológica, en sus distintas modalidades, promueve la producción agrícola y la crianza animal respetando el medio ambiente y, desarrollando los recursos naturales, se basa en la diversificación y el trabajo, a favor de las leyes de la naturaleza, para generar Alimentos sanos de mayor calidad nutricional y sensorial, buscándolo en el desarrollo Integral del agricultor.
Es una agricultura intensiva en conocimientos y de aprovechamiento, óptimos de recursos como el sol, el suelo, el Agua, la vegetación, la fauna y los microorganismos.
La agricultura ecológica es la respuesta económica, social y ambiental por las siguientes razones o beneficios:

Es independiente porque utiliza, fundamentalmente, los recursos de la misma finca (estiércoles, rastrojos, desperdicios orgánicos). Usa intensivamente la mano de obra familiar y se aprovecha  al máximo el agua y las energías naturales ( sol, viento, etc.).

Es menos vulnerable a los cambios de precios de cosechas e insumos por estar diversificada y usar pocos insumos externos.

Es la más adecuada para pequeños productores por ser más eficiente.

Es menos fluctuante ante los problemas ambientales por la agricultura convencional, solo funciona en condiciones óptimas de climas e insumos.

La agricultura convencional va destruyendo los recursos como el agua y el suelo, conforme pasan los años. En cambio, la agricultura orgánica, con el tiempo, mejora la fertilidad y la textura de los suelos, y mantiene limpia el agua, mejora el microclima e incrementa su productividad.

La agricultura orgánica promueve la asociación y rotación de cultivos, y como consecuencia directa de la diversidad, le permite al agricultor tener una amplia canasta de productos para las Conservas.

La agricultura orgánica mejora la calidad de la Nutrición de la salud como se ha demostrado estadísticamente (ver diferencias nutricionales).

La agricultura orgánica es la agricultura del hogar, la técnica ancestral en que el campesino conoce y puede más fácilmente asimilar los adelantos técnicos que se hacen en esta agricultura.

La agricultura orgánica en el mercado tiene un crecimiento del 20% anual, sostenible al menos, durante los próximos 10 años, frente a una agricultura orgánica que es un digito con tendencia a disminuir.
La agricultura orgánica, en resumen, da la respuesta al modulo técnico y económico importante, que ha llevado a la desigualdad social, la destrucción de los ecosistemas, la contaminación ambiental y la desaparición del campesino en todo el mundo autárquico.

PRINCIPIOS Y BENEFICIOS DE LA AGRICULTURA ECOLOGICA.



La agricultura ecológica, también llamada orgánica o biológica, se basa en el cultivo que aprovecha los recursos naturales para, por ejemplo, combatir plagas, mantener o aumentar la fertilidad del suelo, etc., sin recurrir a productos químicos de síntesis como fertilizantes, plaguicidas, antibióticos, y similares, y en la no utilización de organismos que hayan sido modificados genéticamente, los transgénicos. De esta forma se consiguen alimentos más naturales, sanos y nutritivos. Además,  se ayuda a conseguir una mayor sostenibilidad del medio ambiente causando el mínimo impacto medio ambiental.
Hay varios tipos de agricultura ecológica que se basan en el equilibrio y respeto con el medio ambiente, como son, la agricultura Biodinámica,  la agricultura Natural o Fukuoka, la agricultura sinérgica, la agricultura Mesiánica, la Permacultura, etc.
Estas son algunas razones para consumir productos ecológicos:
Son saludables
Los productos ecológicos son más saludables ya que están libres de residuos tóxicos persistentes procedentes de pesticidas, insecticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos y conservantes, muchos de ellos utilizados en la agricultura convencional para eliminar insectos o plagas y combatir enfermedades, para añadirles color y brillo (manzanas, naranjas, etc.) y que a medio o largo plazo producen causas muy negativas en nuestro organismo, como por ejemplo Párkinson. Al no contener substancias artificiales, los alimentos procedentes de la agricultura ecológica son asimilados correctamente por el organismo sin alterar las funciones metabólicas. Según los especialistas en nutrición, gran parte de las enfermedades degenerativas tienen su origen en la alimentación.
Otra característica de la agricultura ecológica es que, al cultivar los alimentos en suelos equilibrados por fertilizantes naturales, los productos son más nutritivos ya que contienen unos niveles más altos de vitaminas –especialmente la C–, minerales esenciales –calcio, magnesio, hierro, cromo…–, antioxidantes –que ayudan a prevenir determinadas enfermedades como el cáncer–, hidratos de carbono y proteínas.

No contienen aditivos sintéticos
Los alimentos ecológicos no contienen aditivos de síntesis que pueden provocar problemas en la salud tales como insuficiencias cardíacas, osteoporosis, migrañas, alergias, hiperactividad, Párkinson, etc.. Cabe destacar que los productos biológicos, cultivados sin el uso de agroquímicos, respetando los ritmos naturales y sin aditivos, son equilibrados y muy ricos en nutrientes. Por otro lado, diferentes estudios han demostrado que no es imprescindible la incorporación de sustancias de síntesis en el cultivo o producción de alimentos ni en su conservación posterior. No hace falta buscar productos fuera de temporada para colmar las necesidades nutricionales de nuestro organismo.
No contienen pesticidas
Centenares de pesticidas químicos son utilizados habitualmente en la agricultura convencional lo que provoca que restos de residuos de pesticidas aparezcan en los alimentos procedentes de esta agricultura que ingerimos diariamente. Diferentes estudios toxicológicos realizados demuestran la relación existente entre los pesticidas y ciertas patologías como el cáncer, las alergias y el asma.
El uso de pesticidas también es perjudicial para la salud del trabajador agrícola, un problema serio especialmente en países en desarrollo, donde el uso de pesticidas está poco regulado.
Por otra parte, en Europa se ha ocultado la alta toxicidad del glifosato.
A su vez, la utilización de estas sustancias daña el medio ambiente y conlleva un coste adicional a la sociedad, ya que ésta debe eliminar los residuos que los pesticidas dejan en la naturaleza.
No contienen organismos genéticamente modificados
En la agricultura ecológica no se autorizan los organismos genéticamente modificados (OGM). El cultivo de OGM tiene consecuencias negativas para el medio ambiente y faltan investigaciones sobre las consecuencias a largo plazo del cultivo transgénico; actualmente no existen resultados científicos que demuestren que el cultivo de OGM y los alimentos transgénicos sean inofensivos para el medio ambiente y la salud humana, y ya se conocen efectos indeseados por la ingesta de plantas modificadas genéticamente .
Además, tan sólo cuatro compañías controlan la alimentación mundial
La agricultura con organismos genéticamente modificados conduce hacia la uniformidad genética y con ello hacia una erosión genética, lo que significa una pérdida de variedad, con grandes extensiones de un mismo cultivo. La agricultura ecológica quiere conservar e impulsar la variedad genética de las especies y tipos, y con ello la riqueza de los paisajes de cultivos autóctonos. Aquí tienes más detaller sobra la pérdida de biodiversidad
Son sostenibles con el medio ambiente
Respetar el medio ambiente es una de las máximas de los productos ecológicos; cuando consumimos alimentos de cultivo ecológico colaboramos en la conservación del medio ambiente y evitamos la contaminación de la tierra, el agua y el aire.
La agricultura ecológica es la más respetuosa con la fauna, la que genera una contaminación más baja de aerosoles, produce menos dióxido de carbono, previene el efecto invernadero, no genera residuos contaminantes y ayuda al ahorro energético y de los gobiernos, ya que en el cultivo y en la elaboración de los productos se aprovecha el máximo de recursos renovables.
Cabe destacar que la disminución de la diversidad biológica es uno de los principales problemas ambientales de la actualidad; la agricultura orgánica preserva las semillas para el futuro, impidiendo, de este modo, la desaparición de algunas variedades de gran valor nutritivo y cultural.
Tienen máximos niveles de calidad
Los alimentos ecológicos provienen de la agricultura ecológica, que utiliza un sistema de producción de la máxima fiabilidad pues está sujeto a una trazabilidad desde el campo hasta la mesa mediante el Reglamento Europeo 834/2007.
Todos los agentes que intervienen en la cadena agroalimentaria están sujetos al control e inspección de las materias primas utilizadas, el proceso de elaboración, el envasado, el etiquetado, etc. mediante las empresas de control y certificación acreditadas.
Son respetuosos con la naturaleza
La agricultura ecológica fertiliza la tierra y frena la desertificación; favorece la retención del agua y no contamina los acuíferos; fomenta la biodiversidad; mantiene los hábitats de los animales silvestres, permitiendo y favoreciendo la vida de numerosas especies; respeta los ciclos naturales de los cultivos, evitando la degradación y contaminación de los ecosistemas; favorece la biodiversidad y el equilibrio ecológico a través de diferentes prácticas: rotaciones, asociaciones, abonos verdes, setos, ganadería extensiva, etc.; potencia la fertilidad natural de los suelos y la capacidad productiva del sistema agrario; recicla los nutrientes incorporándolos de nuevo al suelo como compost o abonos orgánicos, y utiliza de forma óptima los recursos naturales.
En resumen, respeta el equilibrio de la naturaleza contribuyendo a la preservación del ecosistema y al desarrollo rural sostenible.
Son más sabrosos
Los productos ecológicos, al ser elaborados de forma más artesanal y cuidadosa, recuperan los gustos originales y tienen mejor sabor. Debido a que las plantas sólo son regeneradas y fertilizadas orgánicamente, éstas crecen más sanas y se desarrollan de mejor forma, conservando el auténtico aroma, color y sabor. Por ello, muchos consumidores prefieren alimentos ecológicos, ya que conservan el verdadero gusto de cada ingrediente y les permite recuperar el sabor tradicional de los alimentos. Además, los alimentos ecológicos se conservan mejor que los convencionales.


DIFERENCIAS NUTRICIONALES ENTRE ALIMENTOS ECOLOGICOS Y CONVENCIONALES.
 



La información acerca de la diferencia de calidad entre los productos ecológicos y los de cultivo convencional es confusa muchas veces y esta confusión está creada desde los intereses económicos de las empresas directamente implicadas en la producción de químicos agroalimentarios como abonos, pesticidas, herbicidas, antibióticos y hormonas.
La diferencia en la composición química de un alimento según el modo de cultivo la podemos ver en los ejemplos siguientes:

alubias
calcio
magnesio
hierro
cultivo ecológico
40,5
60
227
cultivo convencional
15,5
14,8
10

tomates
calcio
magnesio
hierro
cultivo ecológico
23
59,2
1938
cultivo convencional
4,5
4,5
1

lechugas
calcio
magnesio
hierro
cultivo ecológico
71
49,3
516
cultivo convencional
16
13,1
9
Valor nutricional de los alimentos ecológicos meq./100 gr.

Es evidente que las diferencias son notables y hay numerosos estudios que muestran  que los alimentos ecológicos son más saludables, como el estudio de  Nueva Zelanda de 1940 que demuestra que después de dos años de alimentación ecológica en el comedor escolar se observó mejor salud dental, mayor resistencia a las fracturas óseas y menor incidencia de resfriados entre los escolares.
En 1.999 la Sociedad Española de Neurología afirmó que los pesticidas de uso habitual tienen efectos semejantes a las armas químicas y contribuyen al creciente incremento de las enfermedades degenerativas del sistema nervioso. La organización The Nutritional Cáncer Therapy Trust en 2.001 dice que la terapia nutricional del cáncer solo es posible con alimentos ecológicos ya que uno de sus objetivos es evitar contaminantes y toxinas.
Consumir alimentos ecológicos tiene unas repercusiones muy importantes no tanto a nivel personal en lo que se  refiere a la salud individual, sino a nivel social-ecológico en lo que respecta a la salud del planeta.
Los pesticidas modernos utilizados para combatir las plagas, actúan destruyendo enzimas indispensables para la respiración celular a nivel de las mitocondrias. Asimismo pasan de un ser vivo a otro según la cadena alimentaria y permanecen en el suelo más de 15 años. Es decir, el envenenamiento persiste desde la alfalfa que comen unas gallinas a los huevos que ponen, a la tortilla que cena una madre que amamanta, a la leche materna y consecuentemente al bebé.
Según el efecto de concentración  que se produce en la pirámide alimentaria más del 90% de todos los residuos químicos tóxicos que se encuentran en los alimentos están en los de origen animal. Debemos pensar si comer carne, huevos y productos lácteos procedentes de la ganadería convencional, a la luz de esta información, es tóxico. De hecho podríamos hablar de dieta ecológica la que  estaría compuesta de alimentos de producción ecológica y exenta de carne.
Si nos atenemos a la contribución que la producción industrial de carne para consumo humano tiene en la elevación de la tasa de CO2 atmosférico, nos sorprende que es una industria más contaminante que la mayoría. El uso de combustibles fósiles desde la tala indiscriminada de árboles para producir grandes extensiones de monocultivos con una agricultura mecanizada, la producción de granjas, el transporte, procesamiento y conservación de la carne… no tiene precedentes. La forma de comer convencional donde el alimento animal es de consumo diario y en una proporción que muchas veces es más del 50% del volumen total ingerido es absolutamente antiecológica como veremos a continuación.
La cantidad de CO2 que se vierte a la atmósfera en la actualidad es impresionante como decíamos antes, este hecho produce un aumento de la temperatura global del planeta con unas sequías prolongadas y las consiguientes inundaciones que tienen lugar como consecuencia  de ese cambio climático. El casquete polar ártico se ha reducido en más de un 30% a causa del efecto invernadero. A todo este desastre contribuye una deforestación de casi media hectárea por segundo para hacer monocultivos de soja y otras forrajeras destinadas a la alimentación del ganado.
Es el momento de reflexionar por tanto, acerca de lo que comemos tanto para preservar la salud ambiental como la personal.
Por ello, si queremos dar un paso más y analizar si la dieta previene solamente o es capaz de curar las enfermedades, debemos valorar otros aspectos además de si los alimentos son ecológicos. Es decir si solamente cambiamos la calidad del vino común  a vino ecológico, la calidad de la charcutería a jamón ecológico… estamos dando un paso importante en cuanto a mayor riqueza en nutrientes y de polifenoles y otras sustancias bioactivas y menor contenido en pesticidas, pero no estamos teniendo en cuenta los otros aspectos que configurarían a los alimentos como poderosas medicinas.

MOTIVOS PARA CONSUMIR PRODUCTOS ECOLOGICOS.
 

Porque comer productos ecológicos:
Son productos de máxima calidad, con mayor contenido de nutrientes y mejor sabor.
Sanos y seguros al no usar productos químicos en  su producción.
Respetan el medio ambiente, porque la aplicacion de técnicas agroecológicas faborece la biodiversidad.
Utilizan recursos energéticos renovables y locales.
Porque en el consumo de productos ecológicos pagamos por alimentosmás nutritivos, con menor contenido en agua, sin aditivos insalubres y libres de hormonas tóxicas, transgénicos y pesticidas.
Porque apoyamos la autonomía productiva.
Porque se libera a la tierra de la sobreexplotación y contaminaciónindiscriminada por el uso de pesticidas, abonos y monocultivos.
Favorece el consumo responsable y sostenible.
Porque favorecen un modelo de desarrollo socioeconómico y de consumo respetuoso con las generaciones futuras.
El consumo de productos ecológicos locales ayuda a conservar nuestro entorno.
Mantienen el equilibrio del ecosistema.
Por que apoyamos a los agricultores ecológicos de nuestra zona, y así mejoramos e impulsamos la economía local.

LOS ALIMENTOS ECOLOGICOS SON LA MEDICINA DEL SIGLO XXI.


 Para la profesora la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y experta de reconocido prestigio internacional en este campo, Mª Dolores Raigón,los alimentos ecológicos son más sanos que los convencionales, gracias a su concentración mineral, vitamínica y de antioxidantes (polifenoles y otros), significativamente superior a las concentraciones que se encuentran en los productos homólogos de producción convencional.
La profesora de la Universidad Politécnica de Valencia destacaba que los alimentos ecológicos son también mejores desde el punto de vista de la calidad organoléptica. “Son frutas, verduras que huelen mejor, con unos colores más equilibrados. E insisto, son más sanos, ya que si tenemos alimentos que tienen mayor concentración mineral y mayor concentración vitamínica, los beneficios para el consumidor son claros”, apunta.
Para esta experta, “los alimentos ecológicos tienen un gran potencial beneficioso para la salud de los consumidores. Son la medicina del siglo XXI”.
Respecto al sabor, Raigón apuntó que muchos de los alimentos convencionales –de producción tradicional- no aportan lo que deberían: “Si una fruta no sintetiza la concentración de azúcares y ácidos, el índice de sabor no está equilibrado. Un alimento ecológico respeta los ciclos naturales de producción y por lo tanto es capaz de concentrar los niveles de azúcares, ácidos, vitaminas y minerales que requiere para que cumpla con todos los parámetros de máximo sabor, olor, o color”.
Líder en producción, a la cola en consumo
Tal y como se ha expuesto en el simposio, en el plazo de diez años (1998-2008), la superficie dedicada a la agricultura ecológica en la Comunidad Valenciana se ha incrementado un 196,5%. La Comunidad Valenciana es además pionera en la variedad de productos ecológicos que se pone a disposición del consumidor. Y a nivel nacional, España hoy en día es el primer productor de agricultura y ganadería ecológica.
Sin embargo, a pesar de todo ello, tanto de las grandes ventajas que reúnen para la salud del consumidor como del liderazgo en producción y el incremento de superficie destinada a estos productos, el consumo de los alimentos ecológicos en España está a niveles muy bajos. Somos un país que está a la cola del consumo; éste es el principal caballo de batalla; somos un país meramente exportador”, concluía Mª Dolores Raigón.